En el arte de vender, no basta con dar un buen servicio al cliente, también hay que tenerlo continuamente motivado para que siga comprando.
En tu local hay muchas opciones que tienes a la mano para aumentar el interés de los consumidores y, lo mejor de todo, es que no tienes que invertir mucho dinero, únicamente poner en práctica los siguientes consejos.
Precios bajos en letras grandes
Ofrecer precios bajos es, sin duda alguna, una buena herramienta para atraer clientes y, para transmitir esta idea, te sugerimos utilizar carteles de colores muy llamativos, para lo cual, es importante escribir con letras muy grandes y legibles. En este punto, debes saber que, menos es más: entre menos elementos haya en el cartel, ¡más impacto tendrá!
Para este punto, te daremos un ejemplo muy sencillo: algunas tiendas de ropa colocan en sus vitrinas letreros enormes sólo con una única leyenda como “TODO AL 50%”, con sus debidas restricciones en letras chiquitas, así de sencillo, ¡se nota porque se nota!
Otra alternativa para impulsar la idea de precios bajos es mostrar mucho producto, cuantos más haya en un anaquel, más baratos parecerán. Si por el momento no cuentas con tantas unidades, trata de acomodarlos unos sobre otros dejando la parte de atrás vacía, la idea es que la cara frontal del anaquel se vea llena. Ten en cuenta que la escasez de productos consigue el efecto contrario.
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Orden de importancia
La idea de poner muchos carteles con ofertas es errónea, ya que cuando hay demasiadas imágenes juntas, el ojo humano no distingue correctamente una de otra. Lo recomendable es destacar las más importantes: puedes colocar al centro las de más relevancia y siempre con espacio entre ellas.
Despeja la entrada
Esta área es una de las más importantes de un negocio y, lamentablemente, muchos dueños suelen descuidarla. Imagínate que llegas a un restaurante y en la entrada hay demasiados elementos como cajas, botes o macetas que te dificultan el acceso; aún cuando la comida esté deliciosa, ¿regresarías sin pensarlo? ¡Seguramente no!
Recuerda que la entrada del establecimiento es la primera impresión que guarda un cliente sobre un lugar, por ello debe estar siempre despejada de cualquier objeto, sobre todo si estos son grandes, ya que podría dar la sensación de que es difícil, o que en ese momento no se puede acceder a tu comercio.
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